En ese “tiempo” y en ese “mundo” que la autora nombra simplemente como “Pueblo” tiene lugar la historia de una realidad que estará encargada de contar cómo fueron llegando los personajes a ese lugar remoto, tras abandonar su antigua historia, dejar antepasados y recuerdos, parientes y espacios conocidos para hacer el Viaje que los llevaría a un lugar donde habrían de encontrarse con habitantes “poderosos e imprevistos, todos relacionados con el Agua: Agualluvia, Aguanieve, Aguagranizo, Aguaescarcha, Aguario, Aguamar”, portadores a un tiempo de la belleza y el horror, de la vida y la muerte.