Mientras sus padres están de vacaciones en Europa, Valentina experimenta la revelación de un mundo por completo desconocido para ella. Es el mundo fracturado y ominoso de los adultos, al que ella se introduce con una inquietante mezcla de curiosidad y desafío. Hija única de un matrimonio chileno de Providencia, la joven protagonista recorrerá durante esas tres semanas de libertad un camino que la enfrentará cara a cara con el entorno en el que ha crecido, es decir, con su pololo, sus amigas, su familia y las monjas que dirigen el colegio. Todos ellos son fieles representantes de un sector de nuestra sociedad que, aferrado a la fe y al dinero, intenta a toda costa conservar la apariencia de felicidad. Y aunque por momentos Valentina tema que todo se derrumbe ante sus ojos, que todo esté dominado por la falsedad, de pronto adquiere la conciencia de que debajo de las máscaras no hay nada y ella está sola, sí, sola, lista para comenzar a escribir su propia vida. En la fértil tradición de las novelas de iniciación, Francisca Feuerhake ha creado un personaje entrañable, dispuesto a sobrepasar los límites impuestos a su edad, a su género y a su clase.