Siguiendo las instrucciones de un manual de costura (Marque el contorno de las piezas; Corte la tela con tijera bien afilada; Una las piezas con alfileres), el narrador de esta historia hilvana una serie de acontecimientos apenas distantes en el espacio y el tiempo: “Fue un espanto. El niño quedó hecho tira”, comenta esa voz seca, cortante, como la de quien cuenta un episodio que lo ha estremecido pero que no conoce del todo, y por eso no abunda en detalles ni cae en morbosidades.