«A lo largo de estos cuatro meses el estallido ha sido fiesta, comunión, reflexión, barbarie, delincuencia y guerra», afirma Patricio Fernández al comienzo de Sobre la marcha, crónica en la que analiza con sagacidad el malestar social que se ha desatado en Chile y en varias partes del mundo en el último tiempo. Su registro, similar al de su libro La calle me distrajo, da cuenta de una nueva relación entre las élites y la ciudadanía, pero, sobre todo, de una nueva normalidad.
Un ejercicio literario «escrito en medio de los acontecimientos que relata» y que, en base a lo que el autor observó y escuchó directamente en las calles, reflexiona sobre las consignas, la Primera Línea, la represión, las funas, los amarillos, los grafitis, entre otras escenas, voces y lugares, ofreciendo variadas posibilidades de comprensión sobre lo que ha ocurrido. ¿Su propósito? Para sentarse a conversar, asegura Fernández, «hay un mundo nuevo que requiere ser entendido antes que juzgado».