“Viví siendo otro en la más absoluta clandestinidad durante 22 años”, señala Ricardo Palma, “desplazándome de un lugar a otro, pero sin abandonar la búsqueda estética para manteneractiva una mirada de mundo mediante mi artefacto fotográfico. Años de interpretaciones de la vidaintermediadas por la lente. Así cargué una historia personal en imágenes, sin sustraerme del hechode que era un hombre buscado en todos los rincones del mundo”. La intrazabilidad, el clandestinaje,