«La bruma cubre el paisaje: el corazón de la pampa, las ensenadas rocosas de Tierra del Fuego y Magallanes. Pero en esta novela alucinante y perturbadora la bruma se posa también sobre la huella de la barbarie, y nos obliga a caminar a tientas por un terreno que va del delirio a la cruda historia real.» Alejandra Costamagna.