Estas nueve piezas de culto fueron escritas por Edgar Allan Poe entre 1839 y 1846 -es decir, entre sus 30 y 37 años- y en ellas solo busca generar en quienes lo leen o escuchan las mismas alucinaciones que sintió en los momentos previos a escribirlas. Cuando la fantasía se escapa de lo racional, necesitaba del misterio de una historia, de ambientaciones sobrenaturales capaces de contender tanta realidad y de personajes que lo ayudaran a exorcizarla.