A pesar de que Una nota estridente se publica con más de treinta años de retraso, no ha perdido nada de su dramática urgencia. En este libro, escrito entre 1968 y 1972, Lihn hace poesía de los desajustes sociales de su época, de las circunstancias que agobian al yo y de la literatura misma. Lo hace –como es natural en él– con un pesimismo crítico y autoconsciente. Este fatalismo le permite una lucidez y una distancia que se potencian con la tonalidad íntima, teatral y analítica de sus versos. Enrique Lihn logra en este libro convertir todos los apremios en una poética única en la lengua castellana. “Una nota estridente activa y supera la circunstancia en que fue escrito. En este sentido, nos instala frente a determinados acontecimientos políticos (la guerra de Vietnam y la situación cubana) sobre los cuales interfiere a modo de comentario y colofón, enfrentando la nostalgia ideológica justamente desde esa nota aguda, desconcertante y crítica que es su poesía”.