La mirada ácida y crítica de Pedro Lemebel se instala en la ciudad de Santiago, trazando un mapa descarnado de esa parte oscura de la realidad que las buenas conciencias rehuyen.
La mirada ácida y crítica de Pedro Lemebel se instala en la ciudad de Santiago, trazando un mapa descarnado de esa parte oscura de la realidad que las buenas conciencias rehuyen.